miércoles, 23 de julio de 2014

Con mi armario a vueltas

Este verano me propuse no comprar ropa. Bueno, sólo aquellas piezas que me enamoraran y que fueran totalmente distintas a todo lo que tuviera en el armario. Desempolvé los vestidos de los últimos cinco años (ahora que me estoy poniendo bombón gracias a Centro Karmele me entran casi todos), invertí en perchas antideslizantes como nos enseñó June Lemon (es una maravilla ver colgadas todas las prendas una en cada percha) y decidí darle uso a todo.

Ayer, mi querida Blanca (qué cosas más bonitas escribe esta chica aquí), nos contaba los pensamientos que le vienen a la cabeza cada vez que hace limpieza en el armario. Evaluar esas ropas pasadas, esos recuerdos nostálgicos... e intentar no querer volver a ellos.

En mi caso, el momento de ordenar suele ser una mirada al futuro, a la persona que quiero ser, o al menos a la que quiero mostrar. Quitar las prendas con las que ya no me identifico, apostar por aquellas que dicen más de mí y buscar aquellas faltas con las que me sentiría plena. Lo que muchas veces no nos damos cuenta, es que apenas necesitamos cuatro prendas para lucir como nadie, que perdemos el tiempo buscando el vestido perfecto como si fuera el santo grial cuando en el armario tenemos 23 que nos hacer lucir igual de bien.

Por eso, os propongo un juego: cada vez que veáis un look que os guste, intentar componer algo parecido con las prendas que ya tenéis. Seguro que el 80% de los casos lo conseguís, es mucho más fácil de lo que parece.

Os dejo tres ejemplos divinos:





Si tampoco hay que intentar revolucionarlo todo.


Besos!

1 comentario:

  1. Yo también lo ordené el mes pasado, y entre todas igual sacamos cinco o seis bolsas de ropa que ya no usábamos o_O
    Lo que no compré al final fueron las perchas antideslizantes, pero es que me veo incapaz de reducir a una prenda por percha jajaja

    Por cierto, llevaba posts tuyos atrasados y no te comento en todos para que no te canses de leerme pero me han encantado :)

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