Pongámonos en situación porque a todos nos ha pasado:
-¿Te gusta el cine?
-Me encanta, adoro las películas románticas.
-Ay... a mí también. Creo que mi favorita es Vacaciones en Roma.
-¿Vacaciones en Roma? Uy, no me suena...
-¿No? Con Audrey Hepburn y Gregory Peck...
-¿Audrey? Uff! Es que no me gusta nada el cine en blanco y negro.
Te lo sueltan así, tan tranquilos, como si tuviera lógica y todo, y tú por dentro pensando:
"Pero éste qué fallo tiene ahí adentro... Qué no le gusta el cine el blanco y negro dice, como si supiera qué es cine si no ha visto esas películas..."
Intentando disimular y planteándote los X años/meses/minutos de amistad que llevas con esa persona que te parecía medianamente interesante hasta justo ese punto.
Llamadme radical, nazi o como os guste, pero este tipo de personas con la mente tan cerrada no me interesan demasiado. Aún y todo, como intento ser una buena persona en esta vida (en la siguiente ya veré), he ideado una solución:
una maratón de cine para todas esas personas a las que no les gusta el blanco y negro. Si después de este día de cine siguen igual de
haters, ay amigo, diría que ha llegado el momento de empezar a cortar relaciones.
Pero no nos adelantemos a los acontecimientos y confiemos en el buen criterio que nuestros prejuiciosos amigos.
Empecemos:
10:00 El Apartamento
de Billy Wilder
C.C. Baxter (Jack Lemmon) es un modesto pero ambicioso empleado de una compañía de seguros de Manhattan. Está soltero y vive solo en un discreto apartamento que presta ocasionalmente a sus superiores para sus citas amorosas. Tiene la esperanza de que estos favores le sirvan para mejorar su posición en la empresa. Pero la situación cambia cuando se enamora de una ascensorista (Shirley MacLaine) que resulta ser la amante de uno de los jefes que usan su apartamento (Fred MacMurray).
125 minutos.
Y empezamos fuerte, que una de las películas más deliciosas de la historia. Seguramente el 70% de los experimentados caerá rendido a sus pies. Con el 30 restante, pocas esperanzas podemos albergar.
(
Break de 10 minutos para ir al baño, estirar las piernas... y sobre todo, tomar conciencia de lo maravillosamente perfecta que es la película que hemos visto.)
12:15 Eva al desnudo
de Joseph L. Mankiewicz
Una joven, que aspira a convertirse en actriz y triunfar en los escenarios, se las ingenia para introducirse en un grupo de actores de teatro y hacerse amiga y confidente de una famosa y veterana actriz. El deseo de actuar y los celos la consumen hasta el punto de traicionar a sus compañeros en su escalada hacia el éxito. Ella halaga, atrae, seduce, pero también pisotea a todo el que se cruza en su camino: escritores, directores, productores. Sólo un inteligente crítico teatral adivina lo que se esconde tras su dulce apariencia, sólo él es capaz de ver a "Eva al Desnudo".
138 minutos.
En una palabra: delicatessen. En dos palabras: Bette Davis. En cinco palabras: los ojos de Bette Davis.
(57 minutos para comer.)
15:30 Historias de Filadelfia
de Geoge Cukor
La mansión de los Lord se prepara para celebrar la segunda boda de Tracy Lord (Katharine Hepburn) con el rico George Kittredge (John Howard). Para inmortalizar los festejos una pareja de periodistas, Macauley Connor (James Stewart) y Elizabeth Imbrie (Ruth Hussey), son invitados especialmente por C.K. Dexter Haven (Cary Grant), el primer marido de Tracy.
112 minutos.
Una de mis debilidades personales. Me gusta todo en ella. Quién no se ría con esta película tiene un problema bastante serio.
(13 minutos para ir al baño e imitar a James Stewart por el pasillo gritando "C.K Dexter Haven! C.K Dexter Haven!)
17:35 El crepúsculo de los dioses
de Billy Wilder
Joe Gillis es un joven escritor de segunda fila que, acosado por sus acreedores, se refugia casualmente en la mansión de Norma Desmond, antigua estrella del cine mudo, que vive fuera de la realidad, acompañada únicamente de su fiel criado Max. A partir de ese momento, la actriz pretende que Joe corrija un guión que ella ha escrito y que va a significar su regreso al cine.
110 minutos.
Volvemos a Wilder, porque Wilder es uno de mis dioses y realmente podría haber hecho este post sólo con sus películas pero me he abstenido por eso de dar a conocer algunos otros nombres.
(15 minutos, para ir al baño, picotear algo, meterse en Facebook para comprobar que nadie te ha escrito y twittear algo profundo sobre el cine de Wilder.)
19:40 Ser o no ser
de Ernst Lubitsch
Segunda Guerra Mundial (1939-1945). Varsovia, durante la ocupación alemana. El profesor Siletsky, un espía al servicio de la Gestapo, está a punto de entregar una lista con el nombre de los colaboradores de la Resistencia. Joseph Tura, actor polaco, intérprete de Hamlet y esposo de María Tura, también conocida actriz, intentará evitarlo. Con la ayuda de los actores de su compañía, se hará pasar por el cruel coronel Erhardt y por Siletsky para entrar en el cuartel general de las SS.
99 minutos
Y este es el punto exacto en el que nuestro invitado murmurará algo así como "Ya no se hacen comedias como las de antes...". Es normal, no le empecemos a fustigar con eso de que las mejores películas aún están por llegar y bla bla bla. Acaba de salir de su propia caverna de Platón.
(41 minutos para cenar.)
22:00 Casablanca
de Michael Curtiz
Durante la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), Casablanca era una ciudad a la que llegaban huyendo del nazismo gentes de todas partes: llegar era fácil, pero salir era casi imposible, especialmente si el nombre del fugitivo figuraba en las listas de la Gestapo. En esta ocasión, el objetivo de la policía secreta alemana es el líder checo y héroe de la resistencia Victor Laszlo, cuya única esperanza es Rick Blaine, propietario del 'Rick’s Café' y antiguo amante de su mujer, Ilsa. Cuando Ilsa se ofrece a quedarse a cambio de un visado para sacar a Laszlo del país, Rick deberá elegir entre su propia felicidad o el idealismo que rigió su vida en el pasado.
102 minutos.
¿Acaso podíamos acabar la noche de otra manera? Seguramente
Casablanca no es mejor que ninguna de las películas anteriormente vistas, pero es
Casablanca, esa película que salió buena de chiripa pero al fin y al cabo salió buena, muy buena. Porque nadie puede decir que entiende de cine sin haber visto
Casablanca.
Lo dicho. Si llegado a este punto el susodicho/a sigue en sus trece... recomiendo tomar medidas drásticas.
Besos!