jueves, 3 de octubre de 2013

Alegrándome por S

Mi amiga S, mitad por trabajo mitad por amor, se fue a vivir a Alemania hace algo más de un año. Ella, que siempre ha sido tan forofa de la Real y sufrió como la que más todos los años de Segunda, le tocó disfrutar en la distancia de la mágica temporada que vivimos el año pasado. Cuando jugaba la Real, solía organizar cenas en casa para ver el partido y seguro que los amigos alemanes de su novio, la miraban con estupor cada vez que soltaba un chillido o algún suspiro. Así, partido a partido, no estuvo con nosotras cuando cantamos los cinco goles en Valencia, ni cuando le ganamos al Barça en el último suspiro la víspera de San Sebastián, ni cuando asaltamos la vieja catedral, ni tampoco cuando celebramos el cuarto puesto de la Liga en una farra antológica. S no estuvo en ninguna de las tardes que salimos de Anoeta con el pecho lleno de orgullo y levitando.

Pero las vueltas que da la vida, el sorteo de la Champions del 29 de agosto, no sólo nos regaló una visita al mítico Old Trafford. A S, también le regaló un partido a 20km de su casa, el 2 de octubre en el campo del Bayer Leverkusen, y yo me alegré muchísimo por ella. Aunque fuera por un solo día, podría volver a ver a su equipo, en el campo, como hay que verlo, y podría volver a ponerse la bufanda txuri-urdin al cuello y salir a la calle a vociferar unos cánticos. Porque si S no podía ir a Anoeta, Anoeta iba a ir donde S.

Ayer fue el gran día y estoy segura que la derrota no empañó todo lo que S disfrutó. Por un día, aunque fuera por uno sólo, seguro que se olvidó de los 1410km que separan Colonia de su querida Donosti. Ayer, Colonia lució txuri-urdin. Y yo, me alegro muchísimo por S.


 



Besos!

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