A este apático problema hay que sumarle de que últimamente estoy a falta de ficción. La series que veo están muy ni fu ni fa, hace demasiado tiempo que una película no me llega y ya no recuerdo cuando fue el último libro que leí de tirón. Puede que La Delicadeza (aquí). El hecho de no poder desconectar como es debido, hace que aún me canse más de los quehaceres diarios.
Estoy con ganas de descubrir un El Último Judío, esa novela que leí a los 14-15 e hizo que amara la literatura por siempre jamás. Seguramente será algo así como "no son ellos, soy yo", vamos que es mi cabeza la que no se centra en una historia y disfruta de ella. Mientras llega a mis manos ese libro que me haga olvidar los trabajos "insanos" que tengo pendientes, no hago más que acumular libros empezados. Sí, soy la chica de los libros empezados. Exactamente ahora tengo seis en mi mesilla y no sé por qué pero esto me agobia un poco. Será por la necesidad de llevar un orden, o por querer acabar las cosas que empiezo pero me cuesta mucho dejar un libro a la mitad. De hecho les cojo mucha manía a los libros que justo en la mitad pierden interés. Me parecen lo peor.
En fin, que no sé ni qué os iba a contar cuando he empezado a escribir. Ah sí, quería desahogarme un poco sobre el tema de que no sé donde tengo la cabeza. Uno de los mejores momentos que he pasado en el último mes fue en el autobús de camino a Barcelona el jueves pasado. Siete horas de viaje solo mirando por la ventana y escuchando música. Lo necesitaba y lo disfruté. Necesitaba esas siete horas para olvidarme de las cosas que había dejado por hacer en casa y hacerme a la idea de las vivencias que me esperaban en la ciudad Condal. Fueron muchas y fantásticas.
Una de las canciones que me amenizaron el trayecto
Por eso el aliciente de hoy para empezar a pasar de segunda a tercera y luego a cuarta (la quinta la dejaremos para el miércoles) ha sido que a la tarde me compraría una bonita agenda Moleskine, así de clasista me estoy volviendo. Pensaba hacerme con una normalita, una que quizás luego yo pudiera customizar para hacerlo más propia. Sin embargo no me he podido resistir a la preciosa edición de Le Petit Prince.
Matarme entre todos pero no es uno de mis libros favoritos, de tanto oír la frase en boca de cualquier famosucho también le he cogí un poco de manía. Me estoy dando cuenta que soy un poco nazi con esto de hacer cruz y raya a los libros.
Pero con lo bonito que es el cuaderno no he podido resistirme. Es que era o Le Petit Prince o Star Wars, y ahí sí que no he llegado aún. Le Petit Prince es mucho más de bloguera molona. Dejad que me odie un poco por ser tan poco original.
Ahora ya solo falta poner mi cabeza en orden y apuntarlo todo aquí, sobre todo cualquier libro con pinta medio interesante.
Si se me pierde mi nuevo cuaderno y lo encontráis, mandarlo de vuelta a mi planeta por favor.
Besos!!
P.D.: Os diría que me recomendarais algún libro pero con lo quejica que estoy lo más seguro es que no me enganchara tanto. Pero si de verdad tenéis fe en alguna obra, decirlo sin miedo, os estaré muy agradecida.